La presencia de ranas en las piscinas es algo que se produce de forma habitual. Ante la existencia de un espacio amplio y fresco para darse un baño, estas no pueden resistirse a introducirse en ellas. El problema suele ser que, en la mayoría de las ocasiones, debido a la profundidad y estructura, luego no pueden salir de ella. Por lo que a veces podemos encontrarnos sorpresas desagradables a la hora de ir a darnos un baño. Aunque la presencia de ranas no supone una amenaza ni afecta gravemente a nuestra piscina, sí que pueden resultar molestas. Por esta razón, es bueno saber cómo actuar ante la visita de estos pequeños animales.
¿Por qué acuden a la piscina?
Una de las principales razones por las que las ranas acuden a las piscinas, es porque suelen encontrar alimento. La disponibilidad de agua suele atraer a todo tipo de insectos, principalmente mosquitos. Como sabemos, estos son el principal alimento de las ranas, lo que hará que se vean a traídas por visitar estas zonas. En este aspecto, su presencia sí que puede resultarnos beneficiosa, ya que ayudará a reducir el número de insectos que ronden por nuestra vivienda. Y es que, como hemos indicado, no suponen un riesgo, ya que no son portadoras de ningún patógeno por el que podamos vernos afectados. Pero sí que pueden acabar siendo una molestia.
La temporada en la que las ranas desovan se alarga desde la primavera hasta el verano. Lo realizan allí donde viven, por lo que, si han anidado en nuestra piscina, lo llevarán a cabo en ella. Su capacidad reproductiva es muy elevada, de manera que, si han puesto huevos, en breve observaremos una gran cantidad de pequeños renacuajos nadando en nuestras aguas. Por esta razón, es fundamental que no tomen nuestra piscina como su hogar, ya que así evitaremos la puesta en nuestro espacio.
Maneras de evitarlas
Por lo tanto, aunque las ranas no supongan un daño para nuestra piscina, sí que pueden generar inconvenientes. Además de la presencia de renacuajos, si se introducen en nuestra piscina puede que ya no puedan salir. Esto hará que se ahoguen y que, periódicamente, tengamos que quitar alguna que otra. Para evitar que esto ocurra, existen algunas pautas que nos pueden ayudar.
1.- Lonas para piscina
Uno de los remedios que podemos utilizar son las lonas para la piscina. Si las colocamos por la noche, cuando ya no se esté llevando a cabo el baño, impediremos que se introduzcan en ella ranas e insectos. Para hacer un uso diario de la lona, es importante que sea fácil de poner y que quede lo más cerrada posible, para que no puedan entrar. Además, este elemento también nos ayudará a prevenir otros riesgos, como la caída accidental de nuestras mascotas o de los más pequeños de la casa.
2.- Cercas
Otro elemento disuasorio son las cercas. Si rodeamos nuestra piscina con una valla de metal o una valla maciza de madera, además de incrementar la seguridad de nuestra piscina en los momentos en los que no se esté usando, impedirá el acceso de las ranas. Es importante que no se haga uso de vallas de alambre o que tengan agujeros. No cumplirían adecuadamente su función y las ranas de menor tamaño podrían entrar a través de ellas.
3.- Apagar las luces
Las luces de nuestra piscina pueden ser espectaculares, pero también colaboran en el reclamo de insectos. Si hay insectos, con toda probabilidad aparecerán ranas. Por lo tanto, cuando no estemos dándonos un baño o estemos fuera de casa, es recomendable mantener las luces apagadas. Así evitaremos que se vean atraídos por ellas.
4.- Circuitos de agua permanente
Por otra parte, instalar circuitos de agua permanente hará que el agua se renueve y no quede estancada. Los mosquitos suelen instalarse en aguas estancadas, poniendo también sus huevos allí. Al mantener el agua en constante movimiento con el circuito nos olvidaremos de este problema. De la misma manera, la instalación de una cascada puede resultar muy útil para este fin.
5.- Eliminar las malas hierbas
Las malas hierbas, así como la hierba alta, pueden ser un reclamo para las ranas. Mantener el césped adecuadamente y eliminar los arbustos que puedan aparecer en los alrededores, contribuirá a que las ranas no puedan esconderse en ellos y permanecer cerca de nuestra piscina.
6.- Calentar el agua
Estos anfibios evitan las aguas con temperaturas elevadas. Para calentar el agua de nuestra piscina podemos recurrir a las cubiertas solares. Con ellas disfrutaremos de una temperatura agradable en nuestra piscina, además de evitar que las ranas entren en ella. Es una solución sencilla, ya que resultan muy fáciles de poner y de retirar. Otra opción es recurrir a calentadores para la piscina.
7.- Facilitar su salida
A pesar de que las ranas tienen una gran habilidad para saltar, no es suficiente para salir del agua, debido al borde de la piscina. En el caso de que frecuenten nuestra piscina, para evitar que queden atrapadas en ella podemos facilitarles alguna vía de escape. No será necesario ningún elemento muy sofisticado: con una rama o una tabla apoyada en el borde de la piscina que llegue al agua será suficiente. Si nuestra piscina es de grandes dimensiones o de formas singulares, será necesario colocar varias ramas o tablas.
8.- Acabar con el agua estancada
Además de nuestra piscina, puede haber otras zonas con agua en nuestro jardín: estanques, cuencos, charcos, etc. Es fundamental que eliminemos el agua estancada que pueda haber en el entorno. Así, lucharemos contra la presencia de ranas y mosquitos.
9.- Eliminar escombros
Al igual que los arbustos y la hierba alta, los escombros son un lugar ideal para que las ranas se escondan. Para que esto no suceda, mantendremos el jardín ordenado y no acumularemos artículos o elementos de distinta índole que puedan servirles de hogar.
10.- Acabar con los insectos
Son su alimento principal, lo cual hace necesario que no ronden nuestra piscina. Existen en el mercado distintos productos que nos pueden ayudar a acabar con los mosquitos en nuestra vivienda, como pueden ser las trampas electrónicas, las velas o los quemadores.