En muchas ocasiones, una alcalinidad que no está en su nivel adecuado puede alterar de forma considerable los elementos químicos que hay en el agua de tu piscina. Cuando esto ocurre, una de las recomendaciones que solemos hacer a nuestros clientes es aplicar ácido muriático al agua para conseguir que la dureza de la piscina baje a su nivel adecuado. Una acidez demasiado alta puede provocar un agua turbia y mal desinfectada. Por lo que, ármate de paciencia y de las herramientas adecuadas, que hoy te enseñaremos a poner la alcalinidad en su sitio.
No hace falta tener un doctorado en química para comprender que la alcalinidad de la piscina es el aspecto más importante a la hora de tener una piscina equilibrada, transparente, pura y bien desinfectada. Sin embargo, cuando el nivel de acidez del agua de la piscina es muy alto, a la larga y muy poco a poco tiende a volver a su nivel estándar. No obstante, si no arreglamos este problema y dejamos que la dureza del agua vuelva sola a su nivel adecuado, es muy probable que por el camino surjan otros problemas que pongan en peligro tu piscina.
Uno de los enemigos de nuestra piscina que aparecen cuando no cuidamos la alcalinidad del agua son las algas, un problema del que nos costará mucho deshacernos. Si además dejamos que el agua de nuestra piscina vuelva a sus niveles químicos a su aire, hasta que se equilibre tendremos un agua blanca, turbia y con una proliferación de algas y calcio muy molesta. Aunque la piscina puede volver a su nivel de acidez adecuado por si sola, es posible que hasta entonces consigamos que el filtro se estropee. Por otra parte, el gasto de desinfectante, es decir, de cloro, será mucho mayor, ya que este tendrá que trabajar de forma más exhaustiva.
En cuanto al pH, probablemente sepas que la alcalinidad lo afecta de forma directa y cuando tenemos una alcalinidad demasiado alta, también tendremos un pH en un nivel demasiado alto. Sin embargo, es posible que el pH y la alcalinidad sean diferentes. La razón por la cual puede ocurrir esto es un exceso de ácido cianúrico. Esto ocurre cuando utilizamos demasiado estabilizador de cloro. Es muy recomendable emplear solo una cantidad justa de estabilizador de cloro, ya que de esta manera tendremos nuestro cloro funcionando de modo eficaz, sin embargo, excedernos acarrea problemas como el pH.
¿Qué hace el ácido muriático en nuestra piscina?
La química de la piscina es, sin lugar a dudas, un mundo abrumador, al igual que las tareas que tendremos que llevar a cabo si queremos tener un equilibrio. En otro post te hemos explicado la importancia que tiene el ácido muriático para equilibrar la química de la piscina y para poner el pH en su nivel adecuado. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que el ácido muriático tiene muchos más usos que el equilibrio del agua y que podemos disfrutar de grandes beneficios al utilizarlo en nuestra piscina.
Antes de comenzar a explicarte los grandes beneficios del ácido muriático, es fundamental que entiendas qué es. El ácido muriático es un ácido mucho más diluido y menos fuerte que el ácido clorhídrico. Dentro de las características del ácido muriático también podemos añadir su alta corrosividad. El ácido muriático es, por lo tanto, muy fuerte y puede estropear tu ropa, alfombras, plásticos e incluso materiales más duros como el metal. Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta su alto poder corrosivo antes de emplearlo sin conocimiento para equilibrar la piscina. Si el ácido muriático toca tu piel podría provocarte graves quemaduras.
Cuando la piscina tiene un nivel muy alto de pH es muy aconsejable equilibrarlo y podemos hacerlo con el ácido muriático. Cuando tenemos un pH demasiado bajo, significa que tendremos un agua demasiado ácida, lo cual acarrea algunos inconvenientes para tu piscina. Si el pH es, por lo contrario, superior, es posible que el agua de tu piscina sea demasiado alcalina. El agua alcalina no es algo que resulte muy peligroso para la salud, pero es necesario solucionarlo lo antes posible. Lo que podría pasar es, por ejemplo, que el agua de tu piscina se vuelva de un color turbio, muy desagradable para bañarse.
Si el pH de la piscina es demasiado alto el cloro tampoco funcionará correctamente, lo cual empeorará aún más el aspecto y el estado del agua. Si no mantenemos el agua de la piscina lo suficientemente limpia, lo más probable es que aparezcan las incrustaciones de calcio en las paredes de nuestra piscina y en otros elementos, como el filtro, las válvulas, las barandillas, las duchas y, en definitiva, todos los elementos metálicos. Para evitar que estos daños ocurran podemos aplicar ácido muriático en la piscina, comprobando previamente los niveles del agua y añadiendo solamente la cantidad necesaria. En nuestra tienda podrás encontrar una gran variedad de medidores.