En verano la estrella número uno de la que disfrutamos al cien por cien es la piscina. Para que la diversión sea total y no tengamos ningún problema es necesario un buen mantenimiento de la piscina tanto antes y durante como después del uso. Desatender la piscina causa en muchas ocasiones problemas como algas, bacterias, hongos, microorganismos e incluso desajustes de productos químicos que pueden afectar a la salud de las personas que utilizan la piscina.
Uno de los problemas principales del mantenimiento de la piscina es un exceso de cloro combinado a causa de haber realizado una cloración incorrecta y por la existencia de amoniaco. Para solucionar este problema hay que ajustar el nivel del cloro, limpiar los filtros y realizar algún tratamiento de choque para acompañar el tratamiento del cloro mediante UV u ozono. Si el cloro es muy alto el pH estará descontrolado también por lo que también será necesario realizar un ajuste.
Cambios de color en el agua de la piscina
En segundo lugar, otro problema muy común es presenciar un color distinto al habitual en el agua. Cuando el agua es de color verde es porque hay un exceso de algas. Para solucionar este desajuste hay que realizar una limpieza cepillando las paredes de la piscina para que las algas se desprendan y ajustar el nivel del pH mediante un tratamiento con floculante durante 24 horas. Después estos tratamientos hay que añadir el doble de la cantidad habitual de floculante.
La coloración marrón del agua se debe a una cantidad de hierro y magnesio por encima a lo habitual y un pH del agua muy inferior. Este desajuste se soluciona elevando el nivel del pH mediante productos floculantes. Después hay que realizar una depuración con el limpiafondos. Si las paredes son verdes o resbaladizas es por una desinfección incorrecta y por ende a una proliferación de algas en las paredes. Entonces habrá que cepillar y realizar un tratamiento de choque.
Cuando las paredes se manchan también se debe a que hay una presencia de iones metálicos por la corrosión de las superficies. Este problema se soluciona frotando y cepillando las manchas con un desincrustante de superficies. Después de realizar esta tarea hay que realizar un tratamiento de alcalinidad, no sin antes comprobar el nivel del pH. Lo mismo ocurre cuando detectamos que el agua de la piscina se presenta turbia. Esto se debe a una mala alcalinidad y hay que limpiar el filtro.