El molusco contagioso de las piscinas es algo que cada vez preocupa a más padres, niños y entrenadores. Si bien en muchas ocasiones prohibimos a los niños bañarse cuando hay un mayor riesgo de aparición de moluscos contagiosos, esta solución no es siempre la adecuada. Hay una gran cantidad de jóvenes y adultos con lesiones y problemas físicos que requieren un entrenamiento acuático y que no pueden prescindir de este entrenamiento. Por lo tanto, es importante conocer cómo eliminar este molusco y reducir su posibilidad de transmisión.
¿Qué es el molusco contagioso?
El molusco contagioso de las piscinas provoca una enfermedad asintomática en la piel cuya sintomatología consiste en unas pequeñas pápulas transparentes como si se tratara de ampollas. Estas ampollas las podemos observar sobre todo en el tronco de la persona, en la cara y en los brazos o piernas. Sin embargo, estas ampollas se pueden repartir incluso por todo el cuerpo. A las personas que suelen sufrir eczemas o tienen la inmunidad muy baja tienen una predisposición mucho mayor a sufrir este problema.
El virus que causa esta enfermedad es el poxvirus y la procedencia de este microorganismo es el mismo ser humano. El riesgo de transmisión del molusco es relativamente bajo o moderado, por lo que no hay que alarmarse de ello. El período en el que el virus se incuba es de 2 semanas a 3 meses desde el momento en el que nos hemos contagiado. El tratamiento de esta enfermedad contagiosa es aplicar un anestésico que reduzca el dolor de estas heridas y cantaridina tópica. Los exfoliantes con ácido salicílico y láctico o el electrocauterio o nitrógeno también son importantes.
Se ha demostrado que las piscinas, habitualmente, aumentan la posibilidad de contagiarnos de este virus. Aunque el virus no se puede transmitir a través de un agua correctamente desinfectada y con los niveles de cloro adecuados, es cierto que al sumergirnos en ella estas heridas estarán más expuestas. Las heridas, al meternos en el agua, se reblandecen y supuran más virus, lo que hace más factible el contagio de persona a persona.
Lo que los sanitarios aconsejan es que a la hora de bañarnos cubramos estas heridas con unas tiritas waterproof y no compartir en ningún caso toallas, ropa o cualquier elemento en el que hay un contacto físico. Es importante asegurarnos de desinfectar por completo las duchas y cualquier elemento que se utilice de forma conjunta.