La elección del césped que rodea la piscina es una decisión importante, ya que será el área de descanso de tus veranos. Probablemente pases más tiempo en el césped que en el agua, ya sea para descansar al sol, tomar algo, vigilar a los niños mientras se bañan, etc. ¿Qué tipo de césped es mejor? Esto depende de varios elementos y hoy, en Piscinas Lara te explicaremos con claridad las ventajas y desventajas de los dos tipos de césped para que hagas una buena elección.
Un buen césped, tanto si es natural como si es artificial, tienen que ser suave al tacto y tener un color intenso. Pero el césped natural debe crecer fuerte, denso y resistente. Por lo que no cualquier tipo de césped natural te servirá. El uso del césped es importante en el tipo que escogeremos (para descansar, para decorar, para zonas deportivas, etc). Los elementos y condiciones del entorno son importantes. Hay que tener en cuenta el clima, el suelo, el agua y la sombra o el sol. Pero además, si es para la piscina, hay que escoger un tipo de césped fresco, suave y antideslizante.
Consideraciones según el tipo de césped de alrededor tu piscina
Otro elemento que estará en contacto directo con el césped son los químicos de la piscina, la humedad y las pisadas. Para conseguir un césped resistente y con las características que hemos mencionado antes, hay que buscar un césped proveniente de esta mezcla de semillas: argostis tenuis, festuca rubra, poa pratensis y ray-grass inglés. Una mezcla de todas estas semillas resultará en un césped que cumple con esas condiciones.
Cuando ya tenemos clara la mezcla de semillas que necesitamos para el césped, pasamos a la siguiente duda: ¿cuánta tierra y agua hacen falta? Una buena capa de tierra para el césped serán unos 20 cm. Puede parecer mucho, pero necesitarás una tierra arenosa y buena profundidad para que se asiente bien. En cuanto al agua, el exceso es contraproducente, ya que las raíces se ahogan y aparecen los hongos. Una vez al día con un período de 15 minutos será suficiente en verano. Además recomendamos hacer el riego por la mañana o por la tarde en vez de las horas más calurosas. En las horas calurosas el agua se evapora y también aparecerán los hongos.
Por último, el césped artificial, en cambio, es una opción más barata y que requiere menos trabajo, pero a la larga se estropeará y no se regenerará. Además, es menos fresco, ya que se calienta más en exposición al sol. Lo positivo es que no necesitarás mantenerlo y ahorrarás agua, abono y aspersores.