El suelo que rodea la piscina es un elemento muy importante que necesita cuidados ya que está expuesto a factores naturales (lluvia, viento, polvo, etc) que lo van deteriorando con el tiempo pero también está expuesto al cloro e la piscina y la cal del agua. En este artículo, Piscinas Lara te enseña como mantener y proteger el suelo que rodea la piscina para evitar cualquier resbalón desafortunado.
El suelo es un elemento importante ya que puede hacer que tu piscina tenga más o menos atractivo pero también que sea más o menos segura para los bañistas. Los rayos del sol resecan el material que rodea la piscina. EL viento y la lluvia atraen la suciedad haciendo más difícil la limpieza con el paso del tiempo. El cloro y la cal provocan manchas, por lo que lo primero que hay que hacer es cuidar la cantidad de productos que aplicamos.
Pero el cuidado principal que recomendamos en Piscinas Lara es cubrir el pavimento con un producto antideslizante para, como hemos dicho antes, evitar cualquier accidente. El suelo hay que ir tratándolo cada cierto tiempo y aplicarle los productos necesarios para que asegurarnos de que está limpio y seguro.
Los distintos tipos de suelo de alrededor de las piscinas
Si lo que rodea tu piscina son baldosas debes asegurarte de evitar cualquier fuga de agua que se pueda infiltrar para que ninguna baldosa se deslice. Para esto hay que utilizar un producto hidrofugante. Este producto se debe aplicar en primavera cuando las temperaturas no alcanzan un nivel muy alto.
Si el suelo es de madera dará una sensación de calidez. Pero los cuidados son muy necesarios. Puede optarse por cubrirlo totalmente o solo alrededor de la piscina. Es importante cuidar la madera para que no se agriete o se convierta en un material resbaladizo. Las maderas exóticas son muy densas y fuertes, su superficie estriada es ideal para un suelo seguro.
Un suelo de cerámica da la libertad de moldear cualquier diseño. Escoge los que sean de gres o barro porque duran más al ser resistentes factores como el sol y el agua. Pero ten en cuenta que debes escoger uno de baja porosidad y antideslizante. Los suelos porcelánicos son una buena opción.
La piedra combinada con el césped dará un toque natural y consigue unos efectos decorativos muy especiales. Puedes colocarlo en caminos, aceras, etc. Lo que hay que tener en cuenta es la rugosidad de la piedra, para evitar que sea un material resbaladizo. Este material lo recomendamos mucho porque es muy resistente.