La piscina es un lugar de disfrute, la protagonista del verano. Garantizar la seguridad de los bañistas ayuda a que este sea el lugar perfecto para la época estival. Para conseguir esto es muy importante tomar ciertas medidas, tanto de forma individual para cada bañista, como de forma conjunta para grupos y familias. En este post te enseñaremos varias formas de evitar accidentes en la piscina.
La figura del socorrista
El primer paso que debemos dar, si nuestra piscina es común, es contratar a un socorrista. Según la Comunidad Autónoma que te encuentres y los metros de los que dispone tu piscina la normativa te obligará o no a contratar a un socorrista. La normativa, además, tiene en cuenta también el número de viviendas a las que pertenece la piscina y el tipo de piscina que tenemos. Indiferentemente de la normativa, está demostrado que contratar a un socorrista reduce en gran parte el número de accidentes que se producen en las piscinas.
Vigilancia
En el caso de que no contratemos a un socorrista tanto porque la piscina es privada como si no tenemos la posibilidad de hacerlo, es muy importante que la vigilancia la hagan los mayores de forma constante. Las personas que más sufren accidentes en la piscina suelen ser los niños, por lo que, una vigilancia constante por parte de los padres y los adultos en general es fundamental. Cualquier estímulo como atender el teléfono o leer una revista puede ser una causa probable de que, si el niño sufre un accidente, no podamos reaccionar correctamente y a tiempo ante cualquier emergencia.
Accesorios de piscina para la seguridad de los niños
Si sabemos que hay niños que tienen acceso a la piscina, es esencial tomar medidas especiales para que no accedan a ella de forma libre y sin vigilancia. Lo que podemos hacer para impedirlo es instalar vallas anti trepa de al menos un metro de altura y con un cierre seguro, para que los niños no puedan acceder. También es recomendable instalar un cobertor de piscina, ya que de esta forma podemos evitar que una caída se convierta en un ahogamiento.
Para evitar que los niños accedan a la piscina o para saber cuando el niño se ha caído al agua podemos instalar sistemas de alarma con sensor. Estas alarmas suenan cuando sienten movimiento o vibración dentro del agua, de forma que, si un niño se cae sin querer, nos avisaría. También podemos instalar alarmas que impiden el acceso a un perímetro o que suenan cuando traspasamos puertas.