La utilización del cloro en el agua de nuestra piscina es indispensable para su mantenimiento. Pero también puede generar algunos inconvenientes, como la sequedad en nuestro cabello o la irritación de los ojos. Por ello, es muy importante que mantengamos el índice del cloro dentro de los niveles adecuados, para evitar que las molestias sean mayores o que se produzcan con menos frecuencia.
Es habitual que, tras pasar un rato de juegos en la piscina, podamos salir con los ojos algo rojos. Pasar mucho tiempo debajo del agua con los ojos abiertos sin hacer uso de gafas puede hacer que esto ocurra. Además, aunque se cuiden los niveles del cloro de las piscinas, existen factores que pueden hacer que se descompensen. Estos pueden ser aspectos como el sudor de cada persona, los protectores solares o los cosméticos de los que hagan uso. Los síntomas que puedan generar varían, dependiendo de la sensibilidad de cada persona. Como norma general, los síntomas de irritación en los ojos suelen aparecer cuando han pasado unos treinta minutos del baño.
¿Cómo evitar la irritación?
Existen una serie de pautas a seguir que nos pueden ayudar a evitar que nuestros ojos se irriten cuando nos bañemos en la piscina, o al menos a hacer que los síntomas sean menos intensos:
- Impedir que se produzca un contacto directo con el agua. Para ello evitaremos abrir los ojos cuando nos encontremos debajo del agua.
- Utilizar gafas de natación. De esta manera podremos estar más tranquilos al sumergirnos y bucear con los ojos abiertos.
- Si utilizamos lentillas, es imprescindible que nos lavemos las manos antes de quitárnoslas. Así evitaremos que se produzcan irritaciones o posibles infecciones.
- Que no se utilicen toallas compartidas.
- Si nuestra piel y nuestros ojos son sensibles, es mejor que nos decantemos por las piscinas que se encuentren al aire libre.
- Ducharnos antes de entrar a la piscina y después de salir de ella.
- Dedicar especial cuidado a los más pequeños, para que lleven a cabo estas pautas.
¿Qué hacer cuando se nos irritan los ojos?
Si hemos pasado el día en la piscina y sentimos que tenemos los ojos irritados, es recomendable que:
- Realicemos un lavado con agua fría para retirar los restos de los productos de la piscina que puedan quedar en ellos.
- Utilicemos algún tipo de colirio o solución salina para que los ojos se hidraten.
- Aplicar toallas o compresas frías para conseguir reducir la inflamación.
Llevando a cabo estas pautas, conseguiremos aliviar los síntomas en unas horas. Si vemos que las molestias persisten y no se reduce su intensidad, deberemos acudir a nuestro médico para que nos revise.