En la mayoría de las piscinas es obligatorio el uso del gorro de natación, aunque a veces nos resistamos a utilizarlo. Las principales razones para hacer uso de él son higiénicas, pero, además, puede evitar que el cloro dañe nuestro cabello y cumple funciones hidrodinámicas. En este post hablaremos de los beneficios que aporta el uso del gorro de natación y las razones por las que es obligatorio.
Higiene
El primer punto a resaltar, como hemos indicado, es la higiene. Mediante el uso del gorro de natación se impide que puedan caer cabellos a la piscina. Además de que no causa una buena impresión encontrar cabellos de otra persona flotando cerca de ti, también afectan al mantenimiento del agua. Cuando se acumulan, estos pueden llegar a obstruir los filtros.
De la misma manera, nos ayuda a evitar la caída de pelo durante el baño y a que se vea dañado por el cloro o los productos químicos con los que se trata el agua. Esto también ocurriría a la inversa, ya que se pueden usar productos para el pelo, como la laca, que sin el uso del gorro quedarían en el agua.
Protección
Como hemos indicado, nos ayuda a proteger nuestro pelo. El gorro debe quedar bien adaptado a nuestra cabeza, cubriendo adecuadamente nuestra melena y el cuero cabelludo. Así evitaremos que se vean dañados por los productos utilizados para el tratamiento del agua, fundamental cuando padecemos sequedad en el cabello. Si nadamos de forma habitual, el cloro puede acabar afectándole y decolorarlo. Esta es una de las razones que hace recomendable su uso.
Mantiene el calor del cuerpo
Otro de sus beneficios es que nos ayuda a mantener el calor del cuerpo. Esto se debe a que perdemos por la cabeza la mayoría del calor de nuestro cuerpo. Mediante la utilización del gorro, conseguiremos mantener el cuerpo caliente durante un tiempo más prolongado.
Menor resistencia
Al igual que en otros deportes, el cabello implica cierta resistencia. Esto puede hacer que nos ralenticemos al desplazarnos por el agua. Los gorros de natación pueden ser nuestros aliados y ayudarnos a disminuir esta resistencia. Al mantenerlo cubierto y presionado, evitamos que su voluminosidad ofrezca resistencia al movimiento. Esto es muy importante, sobre todo si competimos a niveles profesionales.
Deberemos elegir un gorro que se ajuste adecuadamente a nuestra cabeza, pero sin que quede excesivamente apretado, ya que podría resultar molesto y generar daños en nuestro cabello. Aun así, evitaremos que nos quede grande, ya que no cumpliría su función adecuadamente y corremos el riesgo de que se desprenda mientras nadamos.