Las piscinas ofrecen muchas posibilidades para disfrutar del agua y de momentos de juego entre amigos y familia. Existen diversos elementos que pueden contribuir, además de los juegos de piscina, a que sea un lugar más divertido. Uno de ellos es el trampolín. Si somos personas activas a las que les gusta practicar distintos saltos a la piscina, este será nuestro complemento ideal para el verano. De la misma manera, resultará imprescindible si practicamos ciertos deportes acuáticos.
¿Qué debemos tener en cuenta?
Como siempre, lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de diseñar nuestra piscina, es que sea un lugar seguro. Si realizamos la instalación de un trampolín, cuidaremos del acceso que puedan tener al mismo los más pequeños de la casa.
Estas estructuras empleadas para el salto, se fijan habitualmente en la piedra de coronación, situándolo de forma que quede paralelo al agua. Podemos encontrarlos de aluminio o de poliéster y fibra de vidrio. Es antideslizante y debe procurarse un mantenimiento y limpieza adecuado, para evitar que pierda sus propiedades. En el caso de no mantenerlo correctamente, la suciedad o desgaste podría hacerlo más resbaladizo, generando accidentes.
Suele colocarse entre 1 y 3 metros de altura. En el caso de que esté destinado para uso en piscinas domésticas, lo habitual y recomendable es no instalarlo a más de un metro de altura. En cualquier caso, esto dependerá de nuestros gustos y predilecciones.
Para una correcta selección de nuestro trampolín, deberemos tener en cuenta aspectos como la profundidad de nuestra piscina, su tamaño, así como el tipo de usuarios. Las características del trampolín serán distintas si es frecuentada por niños o por personas adultas.
¿Cómo colocarlo?
En primer lugar, nos aseguraremos de que existe la distancia necesaria entre el trampolín y las paredes laterales de la piscina. Para que no se produzcan golpes ni accidentes, esta distancia no debe ser menor de 2.5 metros. De la misma manera, nunca debe sobresalir de la coronación menos de 1.5 metros.
En relación a la altura a la que lo coloquemos, si se trata de una piscina doméstica de tamaño común, así como si va a ser utilizada por niños, lo recomendable es que no supere el metro o metro y medio de altura. En el caso de que se trate de una piscina deportiva u olímpica, sí que se podrá colocar a una altura mayor. Para este tipo de piscinas, también existe la posibilidad de colocar trampolines a distinta altura. Entre ellos deberá haber una distancia de 4 metros de altura y el que esté en la parte superior deberá sobre salir unos 0,75 metros respecto al inferior. Pero esto siempre se destina a casos de ámbito profesional.