Una piscina con fosfatos es un imán para las algas. Y las algas son el gran enemigo de una piscina limpia y clara. Eliminando los fosfatos del agua de la piscina combatimos la molesta proliferación de algas que impiden que el fácil mantenimiento de la piscina. Piscinas Lara te da algunos consejos para eliminar los fosfatos del agua con el fin de que mantengas tu piscina inmaculada.
Lo primero que debemos hacer es detectar el origen de los fosfatos para combatir ese origen. Los fosfatos de la piscina puede existir por varios motivos. Pero lo más habitual es que los fosfatos aparezcan debido a los factores climáticos como la lluvia o el viento. Pero el origen de los fosfatos también puede darse de los bañistas o la frondosa vegetación o cultivos que hay alrededor de la piscina, o el uso del agua de pozo.
EL siguiente paso es calcular el nivel de fosfatos que tiene tu piscina. La realidad es que una piscina siempre tiene algún nivel de fosfatos pero lo importante es que ese nivel no se exceda por encima de lo recomendable. El nivel que recomendamos son 25 partes por billón y la forma de calcularlo es mediante las tiras analíticas especiales para estos casos.
La limpieza definitiva de fosfatos
Tras realizar estos análisis, toca eliminar los fosfatos de la piscina. En Piscinas Lara tenemos un producto especial que elimina los fosfatos de forma eficaz: Phosfree. Se trata de un producto cuyo modo de empleo es muy sencillo. Lo primero que hay que comprobar es que el filtro esté limpio y los mecanismos de filtración de la piscina funcionen correctamente. El producto se vierte en el agua una vez a la semana asegurándonos de que el filtro funciona al menos 24 horas seguidas.
Eliminar los fosfatos no hará que las algas ya existentes desaparezcan. En otros artículos publicados podrá ver el proceso de eliminación de las algas. Después de erradicar las algas es cuando toca comprobar con frecuencia de que los fosfatos no vuelvan a subir de nivel para evitar que las algas vuelvan a aparecer.
Estas comprobaciones de los niveles de fosfatos son una manera de evitar que aparezcan las algas de nuevo y ahorrarnos el gran trabajo de limpieza que supone eliminarlas. Una vez que se hayan eliminado las algas se debe mantener el agua de la piscina limpia, desinfectada y vigilar los niveles de pH, fosfatos, cloro, etc y evitar cualquier alteración o cambio.