La piscina puede quedarse sin cloro por varias razones. La hipercloración del agua es la solución a este problema que las personas suelen tener a la hora de mantener su piscina por si solas. En este post te hablaremos en qué consiste y como puedes hacerlo.
En qué consiste la hipercloración
Cuando descuidamos la piscina y esta se queda sin cloro comienzan a proliferar las bacterias, los microorganismos y las algas comienzan a aparecer. Podremos detectar la presencia de algas cuando vemos el agua de color verde y las paredes verdosas. Por lo tanto, necesitaremos tratar el agua de la piscina con cloro líquido o granulado para solucionar este problema. Debemos tener en cuenta el tipo de material del que la piscina está hecha.
Cómo hiperclorar una piscina
Para piscinas que están cubiertas con un revestimiento cerámico, es decir, de gresite, no tendremos ningún problema a la hora de utilizar cualquier tipo de cloro. Lo fundamental es tener cuidado con las piscinas que están hechas de poliéster, liner, vinilo, lámina armada y similares. En este caso, si no queremos estropear estas superficies y tener las piscinas perfectas, deberemos tener cuidado y precaución.
El dicloro granulado al 55% de intensidad es el cloro útil y para mantener la piscina limpia deberíamos echar entre 1 y 3 gramos por metro cúbico. No obstante, en el caso de tener que realizar la hipercloración del agua de la piscina, debemos aumentar la dosis de cloro que echaremos. Este producto deberá echarse en una cantidad cercana a los 15 gramos por metro cúbico para realizar este tratamiento de choque.
Cuándo hiperclorar la piscina
La hipercloración es un tratamiento necesario para depurar el agua cuando esta está descuidada. Sin embargo, la hipercloración también es necesaria cuando llenamos nuestra piscina por primera vez. El agua de aporte no suele incorporar casi ninguna cantidad de cloro, por lo que, suele salir con un color verdoso. Por este motivo necesitaremos echar más cloro de lo normal.
No obstante, es muy importante leer y seguir al pie de la letra las instrucciones indicadas por el fabricante de cada producto y, sobre todo, conocer la concentración de cada producto. Hay que tener en cuenta también la aparición de las cloraminas, es decir, la degradación del cloro que surge por elementos como saliva, orina, productos cosméticos, etc. La cloramina es perjudicial para la salud, ya que puede causar irritación, mal olor y una desinfección deficiente.