Cuando escogemos un hotel, una de las cosas que más nos interesa y a la que más importancia damos es a la piscina. La piscina es un elemento de nuestras costumbres muy importante y si se trata de una piscina especial y diferente, la cosa cambia. Este es el concepto sobre el que se ha basado la construcción de la piscina sobre la que hablaremos en este post: la piscina con vistas de 360º de Londres.
Cuando hablamos de piscinas, la imaginación de un arquitecto puede llegar a límites inimaginables y crear proyectos espectaculares. La piscina infinita, que desafía las leyes de la física, tiene unas vistas 360º y 600.000 litros de agua y además está hecha sobre 55 pisos. Esto hace que los visitantes se vuelen de forma ligera sobre 200 metros sobre el horizonte. Esta piscina, diseñada por Compass Pools, es también conocida como “Infinity London” y está construida con acrílico fundido. Gracias a este material podemos sumergirnos dentro del agua y aun así tener unas vistas de una gran claridad.
Las piscinas Infinity London
Por lo tanto, a la hora de sumergirse en el agua y darse un baño refrescante, los huéspedes del hotel podrán además tener unas vistas espectaculares de la ciudad, pero también del piso inferior. El piso inferior del edificio cuenta con una escalera de caracol que se eleva en forma de espiral para dar acceso a la piscina a los nadadores. Según Compass Pool, en muchas ocasiones los arquitectos acuden a ellos para diseñar piscinas, pero pocas veces se habla sobre el diseño de una piscina en un edificio. Por lo que, podemos considerar este diseño como uno diferente y exclusivo.
Otro dato muy interesante de la Infinity London es que la forma de climatización de la piscina. La forma de climatizar la piscina es mediante el gas caliente que se produce a la hora de crear aire frío para acondicionar el edificio. Este gas se transforma en calor mediante un intercambiador. De esta forma podemos disponer de una piscina con una temperatura agradable, en pleno Londres.
El desafío principal que encontraron los arquitectos a la hora de crear esta piscina es en el acceso a la misma. La solución se encuentra en una puerta propia de un submarino, a la cual accedemos mediante la escalera de caracol. Pero, además, debido a la altura del edificio, los arquitectos tuvieron que idear algo para hacerla mucho más segura ante las inclemencias del clima, por lo que, colocaron un anemómetro que mide la velocidad del viento, para determinar si la piscina se puede utilizar o no.