Hinchables o de obra, los jacuzzis son pequeños oasis de descanso que cualquiera que se los permita conseguirá una relajación total e increíbles momentos de distensión. Con la temperatura ajustable, el agua de los jacuzzis necesita un mantenimiento frecuente. Por ese motivo, hoy en Piscinas Lara, te daremos algunas recomendaciones para que cuides bien tu SPA casero sin que te suponga un trabajo complicado.
Un buen tratamiento del agua se realiza midiendo, en primer lugar, todos los parámetros del agua, es decir, los valores de los elementos químicos que contiene el agua. Lo primero que deberemos medir es el índice del pH del agua, el cloro y el bromo. Mediante un estuche analizador o un comparador CL-BR-PH (OTO/PHENOL LÍQUIDO) procederemos, antes de darnos un baño, a analizar el buen estado del agua.
Cómo tratar el agua del jacuzzi
Si los valores del pH están muy por encima de los baremos correctos, el agua se presentará muy ácida y esto puede provocar irritaciones en la piel y los ojos de las personas que se bañen. Si por lo contrario, el agua es demasiado alcalina, el cloro no realizará sus funciones correctamente y el agua será turbia y menos limpia. En caso de detectar cualquier índice fuera de lo normal, deberíamos echar un ajustador y poner en funcionamiento las bombas.
Para que los ajustadores de pH hagan bien su trabajo deberíamos dejar las bombas funcionar durante alrededor de unas tres horas. Tras el funcionamiento de las bombas habría que repetir las mediciones y en caso de que veamos que el problema no se ha arreglado, volver a repetir este proceso. En el caso del cloro, este debería estar en un índice inferior a 3ppm y dejarlo entre 3 y 5 ppm después del uso. Tras el uso deberemos echar cloro para eliminar las bacterias que podemos haber dejado.
¿Agua turbia?
Cuando detectamos que el agua pierde transparencia y se convierte en opaca o turbia, deberemos mirar el filtro del jacuzzi. Cuando el filtro de nuestro SPA se llena de suciedad deja de funcionar correctamente. Tras dejar el filtro en su punto podremos proceder a medir el índice del pH con una tira analizadora de pH o con un medidor de pH digital. Un mal pH puede ser la causa de que el agua pierda su aspecto puro.
En caso de detectar que el índice del pH no está en sus medidas óptimas, como hemos mencionado antes, tendremos que reajustar estos índices mediante un ajustador. No podemos echar cloro al agua sin antes realizar esta medición, ya que puede darse el caso de que el cloro no pueda hacer su función en totalidad. Todo el filtrado debería realizarse casi a diario si utilizaremos el jacuzzi frecuentemente.
Por último y después de hablar sobre los tratamientos del agua, aconsejamos siempre tapar el jacuzzi para que todo el polvo y la suciedad no penetren en el agua. Además, si el agua se ve demasiado expuesta al sol las algas pueden aparecer. Otro motivo para cubrir el jacuzzi es evitar cualquier percance o accidente.