Los amantes del verano, sabemos sin altas temperaturas y una piscina fresquita para refrescarnos no es verano. No obstante, al igual que nosotros notamos los efectos de las altas temperaturas, las piscinas también sufren con el calor y el mantenimiento del agua de la piscina puede ser un poco más dificultoso. En este post te explicamos los efectos de las altas temperaturas en tu piscina y cómo puedes remediarlos.
Cobertores de verano para piscina
Durante las épocas más calurosas del verano, la temperatura del agua puede rondar entre unos 24º C y llegar a unos 30º C, según la región en la que se encuentre y el clima que envuelve a esta. Con la subida de las temperaturas, el primer efecto que ocurre en tu piscina es la evaporación del agua, ya que esta se gasifica, por lo que, podremos observar una reducción de hasta 2 centímetros. Por lo tanto, esta reducción causada por la gasificación del agua puede suponer un incremento en el gasto de agua, a la hora de reponerla.
Para evitar que el agua se evapore, lo mejor que podemos hacer es cubrirla con un cobertor para piscina o una lona. Además son útiles para proteger el agua de la suciedad del aire. Debido a las altas temperaturas el agua también puede cambiar de color. Debido al desnivel que ocurre cuando el agua se reduce y la volvemos a reponer, los niveles de pH pueden aumentar o bajar y el agua cambia de color hacia un tono más verdoso. Podremos notar incluso que el agua es menos transparente.
Controlar el nivel de pH
Para evitar que esto ocurra debemos controlar el nivel del pH cada cierto tiempo. Sobre todo cuando hace un exceso de calor. Es importante añadir un incrementador o minorador de pH en caso de que sea necesario. Durante la época del verano y la subida de las temperaturas también notaremos un consumo de energía más alto. Los productos químicos para el agua de piscina que utilizamos para desinfectar pierden sus propiedades y dejan de mantener el agua tan limpia.
Por lo tanto, nos veremos en la necesidad de aumentar el horario de filtración de la piscina, cosa que puede suponer un aumento en la factura de electricidad. Por lo tanto, como podemos ver, tener una piscina en la que refrescarnos durante la época del verano supone algunos cuidados de mantenimiento que no debemos evitar. Si queremos tener un agua purificada e higiénica para evitar daños o problemas de salud necesitamos realizar un buen mantenimiento.