Siempre que vamos a exponernos al sol, es necesario proteger adecuadamente nuestra piel y la de los más pequeños de la casa. Con ello evitaremos quemaduras por el sol y los daños que estas pueden ocasionar en nuestra piel. Pero, el uso de protector solar o de los aceites bronceadores, puede afectar a la calidad del agua de la piscina, ya que pueden generar cierta oleosidad en ella.
¿Qué hacer si se ha generado una capa de aceite?
En el caso de que dichos productos para el sol hagan aparecer capas de aceite en nuestra piscina, podemos tomar varias medidas. Una de ellas sería hacer uso del skimmer abierto. De esta manera, la filtración del agua se realizará mejor y resultará más sencilla la eliminación de la capa de aceite.
Por otra parte, también podemos llevar a cabo una hipercloración con el skimmer abierto. El nivel al que debería llegar el cloro sería de 5ppm. Siempre es recomendable recurrir a un profesional para que nos guíe o realice el proceso de forma segura.
Igualmente, existen productos específicos que nos pueden ayudar en estas situaciones.
Una vez que hayamos realizado el tratamiento, es recomendable analizar el agua para confirmar que el estado de la misma es el adecuado. Los niveles de cloro deberían oscilar entre el 1 y el 3, el del pH entre el 7,2 y el 7,6 y la alcalinidad entre los 80 y los 120 ppm.
¿Cómo podemos evitarlo?
Ya que el uso de los protectores solares es imprescindible y no podemos descuidar nuestra salud, deberemos tener en cuenta algunos aspectos para conseguir evitar o minimizar los daños. Afortunadamente, podemos encontrar en el mercado protectores solares que son resistentes al agua, haciendo que no pasen a formar parte de ella al bañarnos. Otra opción es aplicarnos la crema sobre el cuerpo con bastante tiempo de anterioridad al baño. Así se habrá absorbido bien y no se desprenderá tan fácilmente. Tampoco podemos olvidar lo fundamental de utilizar la ducha antes de sumergirnos en la piscina, así como después de salir de ella.
La oleosidad del agua no sólo genera un inconveniente para su correcto estado para el baño, sino que también puede dañar las paredes y los bordes de la piscina. De forma asidua, esta mancha de aceite tiende a acumularse en ellos, dejando manchas en los materiales y haciendo más difícil su limpieza. La solución puede venir de la mano tanto de productos para la limpieza y mantenimiento de la piscina, como de materiales adecuados en su construcción. Por ejemplo, una buena opción es el liner de lámina armada. Este nos ofrece un revestimiento muy resistente, además de garantizar la estanqueidad e impermeabilización, y de repeler las manchas. También evita el desarrollo de microorganismos y protege contra el deterioro y la decoloración a nuestra piscina.