Seguro que te has planteado darte un baño relajante en estas épocas con este clima que no nos llama a bañarnos precisamente. Aquí te explicamos lo que necesitas saber a la hora de adquirir un dispositivo que caliente nuestra piscina.
Si lo que quieres es alargar un poco la vida de tu piscina y ampliar al temporada de baño o incluso bañarte durante todo el año, seguramente deberías plantearte alguna manera de calentar la piscina. Hay varias opciones disponibles y cada una tiene sus ventadas. Pero lo más importante es ubicar el dispositivo correctamente y saber muy bien el uso que le vamos a dar.
Las bombas de calor son la primera opción en la que pensamos a la hora de calentar la piscina. Esta solución es la más ecológica y fácil. A largo plazo esta opción es la más económica ya que casi toda la energía que proporciona procede del aire. La ventaja de este dispositivo es que puede funcionar en cualquier época del año ya que cuenta con un sistema deshielo. Además hay muchos tipos de dispositivos que puedes utilizar que se pueden adaptar al tamaño de tu piscina. Por esa razón este aparato es la forma más versátil y a pesar de lo que se suele decir sobre la bomba de calor, no son tan ruidosas. Nuestras bombas de calor apenas producen ruido y resultan muy silenciosas.
La energía solar es otra opción pero en este caso es mucho más respetuosa con el medio ambiente ya que su energía proviene principalmente del sol. Pero debes tener en cuenta que esta opción puede limitar un poco sus usos ya que requiere de días soleados para funcionar. La mayoría de las zonas de España son soleadas, por lo que probablemente cuentes con una suficiencia energética.
Los calentadores eléctricos también son muy efectivos. Funcionan muy rápido y aumentan el calor de la piscina de manera muy avanzada. Pero esta opción es más cara a largo plazo ya que la energía que necesita consumir hará que tus facturas de luz aumenten. Úsalo de forma ocasional.
Los intercambiadores de calor son también una opción muy buena. Estos puedes conectarlos a la calefacción de la casa utilizando cualquier fuente de energía: gas, geotérmica, bombas de calor, etc. Su instalación es muy sencilla sin embargo hay que tener en cuenta que si su calefacción es muy cara no es la mejor idea.