Enfundar la ducha de acero inoxidable de la piscina es una tendencia que se ha puesto de moda desde hace unos años con la finalidad de cubrirla para protegerla de los agentes del exterior en cualquier temporada (frío, viendo, lluvia, cal, etc). Si bien parece una forma muy buena de mantener la piscina libre de deterioros, esta técnica no es del todo recomendable. Hoy Piscinas Lara te explica por qué no es recomendable enfundar las duchas para piscina y que otras formas existen de mantener la ducha perfecta.
Para comenzar, es necesario aclarar que siempre hay que seguir las recomendaciones de los fabricantes para saber como proteger todo tipo de material. En el caso del acero inoxidable, nosotros recomendamos que se vaya haciendo una limpieza periódica y mantener la ducha seca el mayor tiempo posible para evitar que la humedad deteriore el material. No se recomienda en absoluto enfundar la ducha, ya que al cubrirla de plástico, se mantiene la condensación dentro del forro y en contacto con el metal. Por lo tanto, la ducha siempre estaría mojada y se produce un efecto negativo y contrario al de la protección.
Recomendaciones para enfundar las duchas para piscina
Otro aspecto negativo de esta forma de protección es que el plástico no es un material que dure mucho tiempo y que cubra totalmente la ducha, por lo que, hay que cambiarlo varias veces. Esto es muy negativo para el medio ambiente y no es para nada sostenible. Cuando dejamos que la humedad se conserve en el metal se produce un deterioro muy poco estético, similar a unas gotas (que simulan las gotitas de la condensación).
Lo que recomendamos es que cuando las duchas no estén en funcionamiento durante una temporada, purguemos el circuito de duchas. Esto se hace vaciando por completo las tuberías hasta que no quede nada de agua y cerrando la llave de paso. De esta manera evitamos posibles roturas que se puedan producir en el interior durante las heladas y posibles pérdidas de agua,
Otra recomendación que hacemos es que retires toda la suciedad visible retirando restos que puedan obstruir los desagües y utilizar de vez en cuando desatascadores biológicos para deshacerte de toda la suciedad que se acumula en los desagües y que produce en ocasiones malos olores. La base de la ducha (de cualquier material) también hay que limpiarla frecuentemente y sobre todo durante la temporada de baño, ya que está en contacto con los pies. Para esto es bueno utilizar un limpiador bactericida y fungicida.