La respuesta dependerá de a qué tipo de piscina queremos llevarlo y a cuáles condiciones se someterá. Algunos especialistas coinciden en, que se podría hacer a partir de los 6 meses; sin embargo, debemos tomar en cuenta ciertos factores que podrían aumentar el tiempo de espera.
- La temperatura: si la temperatura del agua o la climatización está por debajo de los 36°, no deberías exponer al bebé a ella, de lo contrario, estará propenso a resfriarse.
- La exposición al sol: si la piscina a la que deseas ir, no cuenta con al menos un espacio sombreado, mejor no lo metas a ella. La piel de los bebés es fina y permeable, por lo que, su exposición puede causar irritación, quemaduras y complicaciones en la piel a largo plazo. Por cierto, como un dato extra, tampoco debes usar protector solar antes de los 6 meses.
- Concurrencia: si la piscina a la que planeas ir, suele tener mucha concurrencia o vas en una temporada de alta rotación, no es buena idea zambullir al bebé allí. Tu pequeño aún es muy indefenso y la piscina es un caldo de cultivo para microorganismos que podrían enfermar a tu bebé.
- Niveles de cloro: no todos tenemos un colorímetro en casa, por tanto, no es una tarea fácil. Lo mejor es evitar las piscinas públicas o de índole comercial, estas suelen emplear mayores químicos, opta por piscinas con un sistema de conservación ecológica.
En este punto es importante destacar que, incluso si la piscina se encuentra en las mejores condiciones con respecto al nivel de cloro, temperatura, entre otros, no es recomendable bañar a un bebé por más de 15 minutos, por otro lado, si el bebé tiene en su historial a corto plazo otitis u otro tipo de infección, no se debe bañar en ninguna piscina.
El mejor escenario, de ser posible, será esperar que tenga un año.
¿Bañar al bebé en la piscina tiene beneficios?
En los últimos años, la exposición al agua a temprana edad ha sido objeto de estudio por los múltiples beneficios que aporta, siendo los principales: el desarrollo motor, el fomento de la percepción, la solidificación del vínculo madre e hijo y el fortalecimiento muscular.
Hoy en día, existen lugares donde se puede practicar la natación para bebés dentro de un sistema controlado (agua, temperatura, etc.) bajo observación de especialistas. En lugar de usar lugares de recreación, estos centros son la mejor opción para los pequeños.