En cuanto vemos que la temperatura ha cambiado un poco y notamos que hace más calor comenzamos a ir planteándonos acondicionar nuestra piscina para disfrutarla en verano. A pesar de que la primavera traiga un tiempo inestable, es ahora cuando toca empezar a preparar la piscina para la época del verano. Si tienes la piscina limpia y preparada para llenar y tienes la ventaja de que tu piscina se encuentre cerca de un pozo, lee los consejos que Piscinas Lara te da a continuación, ya que hay ciertas ventajas e inconvenientes acerca de esta agua.
Existen zonas rurales en las que los propietarios pueden disfrutar de agua de pozo incluso gratuita. Si este es tu caso y tienes el privilegio de tener cerca un pozo, quizás te hayas preguntado si entre el agua del grifo y el agua de pozo hay alguna diferencia. Normalmente el agua de pozo se utiliza para el riego porque esta puede contener impurezas y para otros usos requiere un tratamiento. El agua de pozo puede contener cal y otros minerales que suelen dar problemas en el electrodo clorador, ya que se quedan incrustados en las placas.
Mantenimiento del agua de pozo para piscinas
Cuando el electrodo clorador se estropea, su rendimiento baja. Esto se debe a que las placas, al estar cubiertas de cal, se aíslan y dejan de funcionar. Para que vuelvan a funcionar debemos sumergir las placas en ácido. A largo plazo, si sumergimos las placas en ácido muchas veces, se acaban corroyendo. El agua de pozo, además de cal también contiene otros metales y sales que son corrosivos para los electrodos cloradores. Tener agua de pozo para la piscina puede resultar un gran ahorro pero debemos darle un tratamiento si no queremos perjudicar la salud de los elementos de la piscina.
Lo que puedes utilizar es un neutralizador de metales para eliminar el cloro del agua y las impurezas. Cuando llenemos la piscina echamos 200 ml de neutralizador al skimmer por cada 10m2 de agua. Esto se hace mientras la bomba está funcionando, para así distribuir bien el producto. Cuando esté llena la piscina y hayamos realizado este proceso, dejamos funcionar el filtro durante 48 horas. Después de estas 48 horas comprobamos el nivel del pH y corregimos el índice (en caso de que sea necesario) para que se quede entre un 7,2 y un 7,6. Este tratamiento puede durar hasta 6 meses. Después deberíamos repetir el proceso.