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Ahora que estamos entrando en septiembre, y con la vista puesta en el cierre de nuestras piscinas, el clima caluroso remitirá durante las próximas semanas. Dependiendo de factores como el clima de tu zona, si tu piscina dispone de bomba de calor, de cobertor solar o de la cantidad de horas de sol que reciba cada día, la fecha de cierre puede variar.

¡Pero todas las piscinas al aire libre deben cerrar eventualmente! Prepararlas para las estaciones más frías es ciertamente un proceso inevitable si deseas que se conserven en las mejores condiciones posibles, de modo que hoy en Piscinas Lara, nuestros expertos revelan algunas claves que te permitirán hacerlo sin demasiados quebraderos de cabeza. Echemos un vistazo rápido a algunos consejos que te vendrán genial para preparar adecuadamente tu piscina para el otoño y el invierno.

 

Balance químico

 

Deberías equilibrar los productos químicos en tu piscina aproximadamente una semana antes del cierre. Cada piscina es diferente, pero la calidad del agua debe ser la mejor posible antes de que coloques el cobertor de invierno y te olvides de tu piscina durante unos meses.

También deberías realizar una profunda limpieza de las paredes y el fondo de la piscina, ya que  cualquier espora de algas que haya podido formarse sin tu conocimiento podría desarrollarse durante el invierno a sus anchas.

Asegúrate también de quitar las escaleras, corcheras o juguetes. Podrían oxidarse y arruinar la calidad del agua. Dejar tu piscina limpia y el agua preparada es el primer paso para asegurarse de que esté lista para los duros meses de invierno.

 

Prepárate para el hielo

 

Aunque en las zonas más calurosas el hielo no represente un problema, para muchos propietarios de piscina puede ser un factor de riesgo que siempre se debe considerar al cerrar su piscina.

En piscinas enterradas debe bajarse el nivel del agua hasta que no toque las baldosas laterales, ya que cuando el agua se congela podría romper los azulejos. También debes asegurarte de que la cubierta que usas esté preparada para el hielo.

Una cubierta fuerte y resistente es una parte importante de proteger tu piscina cuando hace más frío. La nieve y el hielo no son precisamente ligeros ​​y pueden pesar lo suficiente como para arruinar la cubierta por completo si te despreocupas de ellos. Y esto se aplica tanto a las piscinas enterradas como a las elevadas. No te preocupes por quitar la nieve durante la temporada de invierno; solo asegúrate de que tu cubierta pueda soportar el peso y mójala de vez en cuando para derretir parte del hielo que haya podido formarse.

Como puedes ver, el invierno no tiene por qué hacer mella en tu piscina (ni en tu cartera) por malas que sean las condiciones climáticas de tu zona si preparas adecuadamente tu piscina para el cierre.

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