El agua es un medio que es capaz de contagiar rápidamente a las personas de diversas enfermedades, ya que, es un medio que también alberga una gran cantidad de bacterias, virus, microorganismos, etc. Una gran cantidad de elementos nocivos para la salud podrían contaminar el agua si no gestionamos los productos químicos eficazmente y si no proporcionamos un mantenimiento del agua adecuado. ¿Está el agua de tu piscina desinfectada o contaminada? En este post te explicaremos como puedes descubrirlo.
¿De dónde proviene la contaminación del agua?
Aunque parezca mentira y quizás te muestres escéptico acerca de este dato, la mayor parte de la contaminación que tiene el agua de una piscina suele ser proveniente de las mismas personas que se bañan dentro de ella. El sudor, la saliva, la orina, los cosméticos y otros fluidos corporales son muy contaminantes para el agua de la piscina. En verano, el agente contaminante más frecuente son las cremas, los bronceadores y otros químicos que desprenden la piel que pueden contaminar el agua creando cloramina.
La cloramina
La cloramina es una mezcla entre el cloro y estos elementos provenientes de las personas que, al entrar en contacto puede crear irritación en la piel, los ojos e incluso los pulmones. Esto podemos evitarlo duchándonos antes de entrar al agua. Sin embargo, las cremas normalmente funcionan como una capa protectora difícil de desprender del cuerpo. Pero además el aire, la lluvia, el agua nueva con la que llenamos la piscina y los mismos productos químicos con los que desinfectamos y mantenemos, pueden ser factores de contaminación del agua.
Elementos atmosféricos
El aire, la lluvia, las hojas, el polen, la arena, el polvo y otros elementos pueden contener agentes contaminantes y bacterias que son capaces de mermar nuestra salud. Tanto los elementos orgánicos como los inorgánicos requieren el uso de productos químicos para la desinfección del agua. Otro gran fallo que cometemos y que puede resultar muy desfavorable es el mal uso de los productos químicos. Estos productos deben ser utilizados atendiendo a las instrucciones de los fabricantes, de esta forma garantizaremos una agua saludable.
El agua de pozos
En muchas ocasiones los propietarios utilizan agua de pozos para llenar la piscina y esto puede ser otra fuente de bacterias. El uso de pozos para llenar la piscina puede ser un error, ya que normalmente el agua que encontramos en estos pozos es no depurada y tratadas. Gran parte de los pozos contienen agua depositada, estancada y en malas condiciones sanitarias.