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Uno de los principales riesgos que existen cuando vamos a la piscina es la posibilidad de resbalarse que existe. Las caídas en las zonas próximas a estas son muy frecuentes, y pueden causar consecuencias graves en algunos casos. Por lo tanto, es imprescindible circular con precaución a la hora de desplazarse por el borde o en los alrededores de esta. Como es habitual, los niños son los más propensos a sufrir este tipo de accidentes, debido a su actividad constante. Pero también lo son las personas adultas y de la tercera edad, en las cuales los daños que se generan suelen ser mayores.

Por lo tanto, además de tener precaución al caminar por estas zonas, también se hace necesario tomar otro tipo de medidas. Con ellas conseguiremos que nuestra piscina sea más segura y podamos sentirnos más tranquilos a la hora de utilizarla y pasar un día en familia.

¿Qué medidas se pueden tomar?

Si nuestra piscina ya está construida y no queremos cambiarla, podemos hacer un tratamiento con productos antideslizantes. Estos se pueden encontrar en diferentes formatos y pueden aplicarse tanto en los bordes de la piscina, como en las zonas de alrededor, escaleras o trampolines. De esta manera conseguiremos que nuestra pisada sea más segura y disminuya el riesgo de caídas. Será necesario un mantenimiento, ya que deberemos aplicar nuevamente el producto cada cierto tiempo, y requerirá de varias capas en su primera aplicación.

Otra opción es la instalación de rejillas antideslizantes en las zonas de mayor peligro, así como de peldaños de seguridad que harán la entrada y la salida de la piscina más segura.

Pavimentos antideslizantes

Si todavía no hemos creado nuestra piscina o estamos pensando en realizar obras en ella, una gran opción es la instalación de pavimentos antideslizantes. Posiblemente esta sea la mejor elección, ya que nos dará una mayor seguridad y no será necesario renovarlo periódicamente, como en el caso de los productos antideslizantes.

Este tipo de pavimento no se ve afectado por el efecto del agua o de las temperaturas. Por lo tanto, cuando caminemos sobre ellos, ya sea descalzos o con calzado de verano, no tendremos la sensación de inestabilidad que habitualmente se suele tener, ni sufriremos la acumulación de calor que se genera en el suelo.

Los tipos de materiales de pavimentos antideslizantes que podemos encontrar son variados. La selección de unos u otros dependerá del estilo que le queramos dar a nuestra piscina, así como de la inversión que deseemos hacer.

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